El molino de impacto para finos Ultraplex 250 UPZ de Hosokawa Alpine es una opción inmejorable para moler sustancias que varían en su textura. Si, además, se trata de productos con fibras naturales, como las vainas de vainilla, es necesario contar con diferentes mecanismos molturadores e insertos de criba y que se puedan utilizar rápidamente. Por ello, la empresa familiar Aust & Hachmann oHG, con sede en Hamburgo, confía en las soluciones de alta calidad de Hosokawa Alpine para seguir manteniendo su larga tradición.
Aust & Hachmann muele vainilla
Molinos modernos para moler unas vainas muy finasEs importante que no haya trozos fibrosos en el producto final, solo polvo. La finura se puede ajustar cambiando la criba. El convertidor de frecuencia permite modificar las revoluciones del mecanismo molturador para adaptarlo rápidamente al tipo de material.
Barbara Kästl, Senior Manager New Business Development, Hosokawa Alpine
Es difícil hacer una tarta o un postre sin usar vainilla, ya sea en vaina, en polvo, como extracto o añadida en el azúcar. La vainilla es un género de orquídea tropical cuyos frutos son muy apreciados. Las vainas se cultivan en Madagascar, Uganda y Papúa Nueva Guinea y se exportan a todo el mundo para su posterior procesamiento. También llegan hasta Hamburgo, donde la empresa Aust & Hachmann se encarga desde hace 140 años de elaborar y vender productos naturales con vainilla de gran calidad. Durante mucho tiempo, esta empresa era solo un intermediario, pero ahora, gracias a un acuerdo de colaboración con Hosokawa Alpine, han podido ampliar considerablemente su oferta de productos: gracias al moderno molino de impacto para finos Ultraplex 250 UPZ, ahora la empresa puede producir polvo de vainilla extremadamente fino.
Una solución perfectamente diseñada para moler hasta las sustancias más difíciles
A la hora de moler vainilla, pueden presentarse algunas complicaciones. Tras la recolección, las vainas de vainilla se secan y se dejan fermentar. Durante este proceso se genera la vainillina, que es la principal sustancia responsable del aroma. Después, las vainas se agrupan y se transportan para su molienda. Las vainas se introducen por tandas a través de una esclusa de rueda celular y van entrando por la puerta hacia el interior del molino. Una vez dentro, la vainilla llega hasta los batidores UPZ, que la muelen hasta alcanzar la finura deseada. Sin embargo, al tratarse de un producto natural, los trozos de vainilla no son homogéneos y pueden presentar diferentes características según el lote. Por ello, es necesario poder adaptar el molino a cada tipo de material.
El molino de impacto para finos Alpine Ultraplex de Hosokawa es sinónimo de versatilidad. Esta versatilidad se debe a la gran variedad de mecanismos molturadores y cribas: "Es importante que no haya trozos fibrosos en el producto final, solo polvo. La finura se puede ajustar cambiando la criba. El convertidor de frecuencia permite modificar las revoluciones del mecanismo molturador para adaptarlo rápidamente al tipo de material", explica Barbara Kästl, responsable de grandes cuentas en Hosokawa Alpine. El elevado caudal de aire de los discos de trituración UPZ hace que los materiales grasos se enfríen y evita que las cribas utilizadas se atasquen o se llenen de grasa. Además, los diferentes insertos de criba permiten que el cliente pueda elegir enseguida la mejor opción en función de la textura de la vainilla.
Cumplimos con todas las exigencias del cliente
Como empresa alimentaria, Aust & Hachmann oHG debe cumplir unas normas sanitarias muy estrictas. Los molinos de impacto para finos tienen que cumplir también estas estrictas normas, un aspecto que la División de Alimentación de Hosokawa Alpine controla y tiene en cuenta en el diseño de los molinos. Los molinos Ultraplex están diseñados de manera que se pueda llegar a todos los componentes para garantizar una correcta limpieza. Los cojinetes están protegidos del polvo gracias al soplado de aire. Para evitar las explosiones de polvo y garantizar una buena protección contra los incendios, los molinos están diseñados para ser resistentes a los cambios de presión y cumplen con las normas ATEX. A veces sucede que los desarrolladores tienen que improvisar para adaptarse al espacio de instalación: "Nuestra planta de producción en Hamburgo es relativamente baja, lo que fue todo un reto a la hora de instalar los molinos. Afortunadamente, se pudo conseguir un diseño muy compacto sin comprometer la funcionalidad y la seguridad", afirma Christopher Schmidt, gerente general y responsable técnico de Aust & Hachmann oHG.
Además, los molinos cuentan con una tecnología que soporta perfectamente el uso diario: la empresa de Hamburgo lleva desde 2015 trabajando con los molinos de impacto para finos de Hosokawa Alpine y actualmente está instalando su tercer Ultraplex 250 UPZ. Se han seguido introduciendo mejoras en el proceso, como una esclusa de rueda celular más grande y la fluidización para evitar la acumulación de producto. Además, se utiliza un molino de corte Rotoplex 28/40 para cortar las vainas de vainilla y para romper los trozos más grandes después de la desinfección. Para garantizar que el polvo de vainilla tenga siempre la misma calidad y una distribución compacta de las partículas, se utiliza también la criba por chorro de aire Alpine e200 LS, que permite llevar a cabo un análisis de la finura.
Comprometidos con una producción más justa
Los molinos de impacto para finos están diseñados exclusivamente para la producción de vainilla. Esto permite garantizar la ausencia de alérgenos, así como evitar la contaminación cruzada y que se mezclen otros sabores diferentes. Sin embargo, Aust & Hachmann oHG no solo se preocupa por la calidad de sus productos, como la vainilla cortada, la vainilla en polvo, el extracto de vainilla o las vainas de vainilla. "Llevamos más de 140 años llevando vainilla a clientes de todo el mundo. Por ello, no solo conocemos muy bien la cadena de valor de esta planta, sino que además sabemos dónde se puede mejorar y cómo podemos ayudar", explican Christopher Schmidt y Berend Hachmann, directores generales de Aust & Hachmann oHG. Junto con la familia fundadora de Hachmann, han creado una fundación para apoyar a pequeños agricultores de Madagascar. Cultivar vainilla es un proceso muy costoso. Como consecuencia, en los últimos años la vainilla se ha llegado a vender incluso más cara que la plata y ha aumentado la delincuencia en las zonas de cultivo. Esta fundación nació con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los agricultores y garantizar la sostenibilidad y, para ello, se encarga de que que toda la producción de vainilla se haga a nivel local, desde el cultivo hasta la fermentación de las vainas. Así, los agricultores podrán cobrar precios más justos y cultivar plantas que después se utilizarán para enriquecer productos en todo el mundo.
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