El dióxido de titanio se caracteriza por su color blanco y es un compuesto químico que se utiliza en muchos ámbitos diferentes:
- como pigmento blanco para lacas y pinturas, colorantes plásticos y papeles laminados;
- como fotocatalizador basado en TiO2
- como aditivo alimentario (etiqueta E 171), por ejemplo, en pastas de dientes y chicles
Con la producción de dióxido de titanio fino mediante el proceso del sulfato se producen clínkers duros. Estos clínkers deben molerse al tamaño de partícula deseado. El objetivo es conseguir un proceso de molienda lo más económico posible, con una buena calidad del pigmento y un bajo consumo de energía. El proceso de molienda se realiza en varios pasos sucesivos. La primera etapa de trituración desempeña un papel fundamental, ya que al desmenuzarse el clínker se consume mucha energía y una trituración previa eficaz alivia considerablemente las etapas posteriores.