El reciclaje de los cables antiguos plantea grandes retos a la tecnología de máquinas e instalaciones. Especialmente cuando se trata de cables antiguos, las impurezas del material son la norma más que la excepción, pero el propio cobre también exige máquinas con un diseño extremadamente robusto.
Además, el cobre está presente de muy distintas formas: desde los cables macizos con diámetros de varios milímetros hasta cables finos trenzados con diámetros de 100 micrómetros.
Para conseguir un resultado perfecto en este caso —en términos de vida útil y rendimiento— se necesitan especialistas y equipos adecuados.
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